6 tips para sobrevivir la hora de comida con hijos pequeños
Comer en familia no siempre resulta como los papás quisieran. Por una parte, ¿a quién no le gustaría tener aunque sea un rato en familia como se ve en las películas, pero por otra parte, ¿tus hijos no cooperan como quisieras? Los niños pequeños parecen no poder sentarse ni estarse quietos por un segundo, de repente les pasa por la mente la idea de que aventar comida es algo divertido o el hecho de que no quieran comer nada, lo hace todo más difícil. A continuación, te dejamos 6 tips para ayudarte a que la hora de la comida sea más amena.
1. No te desesperes: Va a pasarte un día, que tu hijo, el que antes comía de todo sin mayor problema, empieza a seleccionar la comida y a volverse más melindroso. Prefieren usar la hora de la comida para jugar o ver televisión y obligarlos a sentarse en la mesa se torna en una labor bastante complicada. Alrededor de los dos años, los niños pasan a una etapa más lenta de crecimiento y su apetito disminuye y no se sienten motivados a probar comida nueva. Cuando tu como mamá, entiendes que este proceso es completamente normal, puede ayudarte a bajar tus expectativas y tratar de que la cena sea lo más amena posible.
2. Come a la hora adecuada: Una razón por la cual los niños no comen bien es porque llegan cansados de la escuela o llega atareado. Te recomendamos ser flexible con este tema y experimenta haciendo cambios en el horario de comida hasta que veas que tu hijo tiene la mejor actitud posible. Si puedes, asegúrate de que no coma snacks antes de la hora de la comida, para que llegue con hambre a la mesa.
3. Auto-servicio: A esta edad los niños son muy especiales con los complementos que llevan los patillos y pueden poner eso de excusa para no comer ciertas cosas. Te recomendamos colocar todo al centro y que cada quien se sirva lo que le gusta y lo que está dispuesto a comer.
4. Inténtalo de nuevo: Está comprobado que hay veces que el niño tiene que probar el mismo alimento hasta 15 veces para que le guste. Te recomendamos rotar los platillos y no siempre ir por “la vieja confiable” que sabes que le va a gustar. Haz cosas nuevas para que se animen a probar sabores diferentes y pon de complemento algo más universal, de esta manera si no les gusta el platillo principal, no se quedarán sin cenar.
5. Ve más allá: Si tu hijo no quiere comer porque no tiene hambre, explícale que la comida va mucho más allá de la comida, es un tiempo de convivencia en familia donde se platica y debe disfrutarse. Así que no hay pretexto, no tiene que comer a fuerza sino quiere, pero su presencia siempre es requerida.
6. Asómbrate: Tranquila, esta etapa en la vida de tus hijos no es para siempre. Trata de verle el lado positivo porque los hijos crecen de volada.
Esperamos que estos tips te hayan servido y que la hora de comer ya no sea una tortura, sino un placer para convivir en familia.